Estudiante de la Facultad de Educación impulsa un cambio para que futuros maestros comprendan mejor las historias de los nativos americanos de Wisconsin
Por Sarah Koziol, Licenciatura en Artes ’92
Una lección que Alexis García aprendió en la Facultad de Educación y llevó a su salón de clases es que los mejores educadores se esfuerzan constantemente por mejorar sus destrezas.
Ahora que comienza su tercer año como maestra de historia de secundaria en Escuelas de Ciencia y Tecnología Carmen — Campus Northwest, al norte de Milwaukee, García, egresada de la Licenciatura en Educación en 2019, comentó: “Aún estoy tratando de ingeniar y aprender la mejor manera de hablarles de historia a mis estudiantes. Pero ahí está la belleza de la enseñanza, ¿no es así? Uno siempre está tratando de hacer las cosas mejor.”
La búsqueda de García es similar al reciente esfuerzo de la Facultad de Educación de revisar y reinventar su plan de estudios de formación docente. El proceso integral comenzó en 2017, al complementar los cambios en la formación y en los requisitos para obtener la licencia para ser docentes en Wisconsin, mismos que necesitarían una reestructuración del plan de estudios, dijo la Dra. Terry Burant, directora de educación docente y profesora asociada clínica, quien dirigió la revisión.
“Analizamos lo que queremos que los educadores egresados de Marquette puedan hacer, saber y valorar al completar sus estudios con nosotros, y lo hicimos simultáneamente mientras revisábamos los cambios del Departamento de Instrucción Pública (DPI),” expresó Burant sobre el proceso concluido recientemente.
Durante esta auditoría, García, que por entonces era estudiante, se convirtió en una fuente de inspiración para hacer que el plan de estudios fuera más inclusivo. Después de tomar el curso de Historia de los Nativos Americanos (de 1491 al presente) en su tercer año, impartida por el Dr. Bryan Rindfleisch, ella le expresó a Burant su preocupación respecto a que la instrucción de la Facultad de Educación sobre la historia de los nativos americanos se sentía incompleta y que como futura maestra de historia en secundaria honestamente no se sentía preparada para enseñar ese tema.
“Mi filosofía personal es que quiero enseñar de manera especial las historias que no siempre escuchamos o que con frecuencia se eliminan fácilmente de los libros de historia,” dijo García. “Se supone que debemos estar bien preparados en el contenido de los nativos americanos, y no lo estábamos.”
Los trabajos que García hacía en clase la estaban preparando para obtener la licencia de docentes en Wisconsin. En 1989, los esfuerzos de los líderes estatales y tribales en Wisconsin condujeron a una legislación que exigía que todos los distritos escolares públicos de Wisconsin enseñaran la historia, la cultura y la soberanía tribal de las 11 naciones y comunidades tribales nativas americanas reconocidas a nivel federal* en el estado. La legislación, denominada Ley 31, exige que este plan de estudios se enseñe al menos dos veces durante la primaria y una vez en la secundaria, así como en los programas de formación de docentes.
Los trabajos que García hacía en clase la estaban preparando para obtener la licencia de docentes en Wisconsin. En 1989, los esfuerzos de los líderes estatales y tribales en Wisconsin condujeron a una legislación que exigía que todos los distritos escolares públicos de Wisconsin enseñaran la historia, la cultura y la soberanía tribal de las 11 naciones y comunidades tribales nativas americanas reconocidas a nivel federal* en el estado. La legislación, denominada Ley 31, exige que este plan de estudios se enseñe al menos dos veces durante la primaria y una vez en la secundaria, así como en los programas de formación de docentes.
Burant estaba motivada por la crítica de García sobre la forma en que Marquette cumplió con el requisito de incluir estudios indígenas en su plan de estudios y sabía que la universidad tenía la capacidad de mejorar y lo haría. Así que se puso en contacto con Rindfleisch, profesor asociado de historia, y con Jacqueline Schram, asistente especial para asuntos de los nativos americanos y directora de asuntos públicos, para hacer precisamente eso. Consecuentemente, hoy en día es obligatorio que todos los estudiantes formándose para ser docentes de educación secundaria tomen el curso de historia nativo-americana de Rindfleisch o literaturas nativo-americanas / indígenas impartidas por la Dra. Samantha Mahjor, profesora asistente de inglés. En un curso de educación posterior, dichos estudiantes desarrollan un plan de estudios en sus áreas de contenido específicas que incluye material sobre las Primeras Naciones de Wisconsin. Además, ahora es obligatorio que los estudiantes en formación para enseñar a nivel primaria desarrollen un plan de estudios sobre las Primeras Naciones de Wisconsin como parte de su curso de métodos de estudios sociales.
“Los maestros, me refiero a mí y a los otros profesores, así como los docentes desde kínder hasta el grado 12, tenemos una responsabilidad con estas historias y con las naciones indígenas, pues ellos son tan ‘estadounidenses’ como nosotros, a pesar de la cultura de invisibilidad e ignorancia que rodea dichas historias entre los estadounidenses, aún en nuestros días,” expresó Rindfleisch. “Todavía tenemos mucho trabajo por hacer.”
Por su parte, García se compromete a hacer que estas historias sean algo más que un “material complementario” en su propia práctica docente.
“Alexis se tomó muy en serio la responsabilidad del docente de forjar cambios y de cultivar el conocimiento a un nivel completamente diferente. Espero que los futuros educadores que tomen mis clases tengan una fracción de la empatía, la determinación, el coraje justificado y a la vez la madurez que Alexis mostró,” afirmó Rindfleisch. “Ella es una fuerza, una fuerza generadora de cambio.”
Además, como Burant se sentía inspirada por la pasión de su estudiante sobre dicho tema, invitó a García a la conferencia de la Asociación Nacional para la Educación Multicultural en 2019 para presentar la historia de la Ley 31 y los cambios curriculares que Marquette estaba haciendo, en parte, debido a la iniciativa de García.
Si bien García aprecia que su iniciativa haya generado cambios dentro de la universidad, es consciente que todo fue un esfuerzo grupal buscando el bien común: “Tuve la fortuna de tener profesores abiertos a recibir retroalimentación y de ser parte de una universidad que siempre está tratando de mejorar.”
Este otoño, la Facultad de Educación lanza íntegramente sus programas de formación docente renovados y aprobados por el DPI.
* La nación Brothertown no está reconocida a nivel federal.